El caso Kokorev, la justicia española y la larga sombra de George Soros (y III)
Javier Cordero
La forma en que desde la trastienda, pero con una morterada de dinero, el “filántropo” Soros mueve los hilos a través de su red de fundaciones y de colaboradores para formular una querella y poner en la picota al régimen de Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial, en 2008, ha quedado claramente establecido.
Más oscuras son las causas por las que casi una década después, la familia hispano-rusa Kokorev sigue en prisión en las Islas Canarias, con la investigación secreta, y sin que la juez Ana Isabel de Vega Serranocrea que la sociedad Kalunga Company era propiedad de Vladimir Kokorev, que se dedicaba al transporte marítimo, que tenía mano de obra y que como consecuencia de su actividad mercantil llegó a acumular en una cuenta 26 millones de dólares. A pesar de que todos estos extremos han sido acreditados documentalmente, con sus correspondientes contratos, facturas y órdenes de pago al señor Kokorev.
El hecho es que la “factoría intelectual Soros” sirvió de sustento a la querella de la Asociación Por los Derechos Humanos de España para intentar desestabilizar al dictador Obiang y su entorno. En concreto, desde la Open Society Justice Initiative se ayudó en la preparación de los argumentos legales para el caso presentándolo como un ejemplo claro de lavado de dinero en los circuitos internacionales.
Y aún así, hoy, en el ‘caso Kokorev’ no hay cargos concretos ni auto de procesamiento ni la juez del instrucción nº5 de Las Palmas, Ana Isabel de Vega Serrano, establece las fechas y el modo del supuesto blanqueo de capitales. Da por hecho genéricamente que los acusados (a pesar de que hace una décadaJulia era ama de casa y su hijo Igor, estudiante) recibieron fondos del Tesoro de Guinea Ecuatorial destinados a lo que ella considera una “empresa fantasma”. De nada le ha servido a la jueza De Vega el acreditado historial comercial aportado por la defensa de Vladimir Kokorev.
Una última observación de interés en el origen del caso vale la pena para entender por qué se ha llegado hasta aquí tras la primera ficha de dominó empujada por Soros. Es la línea del tiempo. El 22 de octubre de 2008 APDHE presenta la querella que da instrucciones al juez Baltasar Garzón. El 23 de octubre de 2008,Garzón remite el caso a la oficina del Fiscal de la Audiencia Nacional. El 21 de enero de 2009 la Oficina del Fiscal llega a la conclusión de que hay un caso para responder y se abre una investigación oficial en la previa al Juzgado de Instrucción.
Hay más. El fiscal también concluye que la investigación debe comenzar en las Islas Canarias (en lugar de en Madrid), porque la cuenta de Kalunga donde se recibía finalmente el dinero no estaba en Madrid sino en una sucursal del Banco Santander en Las Palmas. Es el 6 de febrero de 2009 cuando Garzón (hoy inhabilitado por prevaricador) emite una orden de ratificar la determinación del Fiscal que requiere transferencia del caso al Juzgado de Instrucción en Las Palmas.
Hoy, los abogados de los Kokorev se han dirigido en recurso de amparo al Tribunal Constitucional, que ya lo ha admitido a trámite y ha reclamado información tanto al juzgado de Las Palmas como a la Audiencia Provincial por si se pudieran estar lesionando derechos fundamentales. ¿Se están vulnerando por el cuestionado Poder Judicial canario derechos fundamentales? ¿Hay se están siguiendo los criterios de proporcionalidad e inevitabilidad en la aplicación de la prisión preventiva para garantizar la seguridad del proceso penal?
¿Existe riesgo de fuga en Vladimir Kokorev, un empresario ya jubilado con gravísimos problemas de salud que tiene dificultades para acudir al aseo, intervenido de serias lesiones cardiovasculares y con necesidad continua de la atención de un urólogo y un cardiólogo dado el complejo cuadro de afecciones que padece en la cárcel del Salto del Negro?
http://ramblalibre.com/2016/11/13/el-caso-kokorev-la-justicia-espanola-y-la-larga-sombra-de-george-soros-y-iii/
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